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Adenomiosis, diagnóstico y tratamiento

La adenomiosis es una condición ginecológica en la que el tejido que normalmente recubre el interior del útero (el endometrio) crece hacia la pared muscular del útero (el miometrio). Este tejido endometrial «ectópico» se comporta como el endometrio normal, engrosándose, descomponiéndose y sangrando con cada ciclo menstrual. Sin embargo, como está atrapado dentro de la pared muscular, puede causar inflamación, agrandamiento del útero y síntomas significativos.


Causas y Factores de Riesgo

La causa exacta de la adenomiosis no se conoce con certeza, pero existen varias teorías:

  • Crecimiento invasivo del tejido: Se cree que las células endometriales del revestimiento uterino invaden directamente el músculo de la pared uterina.
  • Inflamación uterina relacionada con el parto: Algunas teorías sugieren que la inflamación del revestimiento uterino durante el posparto podría romper la barrera normal de las células, permitiendo la invasión.
  • Orígenes del desarrollo: Otros expertos plantean que el tejido endometrial se deposita en el músculo uterino durante la formación inicial del útero en el feto.
  • Células madre: Una teoría reciente propone que células madre de la médula ósea podrían invadir el miometrio y causar la adenomiosis.

Independientemente de la causa, la adenomiosis es una condición dependiente de estrógenos, lo que explica por qué sus síntomas suelen mejorar o desaparecer después de la menopausia.

Factores de riesgo incluyen:

  • Edad media: Es más común en mujeres de 35 a 50 años, aunque investigaciones recientes sugieren que también puede ser común en mujeres más jóvenes.
  • Cirugías uterinas previas: Como cesáreas, extracción de miomas (miomectomías) o dilatación y curetaje.
  • Partos previos.

Síntomas de la Adenomiosis

Muchas mujeres con adenomiosis no presentan síntomas o experimentan solo molestias leves. Sin embargo, cuando los síntomas aparecen, pueden ser significativos y afectar la calidad de vida:

  • Sangrado menstrual abundante (menorragia): Es uno de los síntomas más frecuentes y puede llevar a anemia.
  • Dolor menstrual intenso (dismenorrea): Los cólicos pueden ser mucho más severos de lo normal y empeorar gradualmente con el tiempo.
  • Dolor pélvico crónico: Dolor que persiste más allá del período menstrual.
  • Dolor durante las relaciones sexuales (dispareunia).
  • Agrandamiento del útero: El útero puede aumentar de tamaño, dando una sensación de presión abdominal o hinchazón.
  • Sangrado entre períodos (metrorragia).
  • Infertilidad o abortos de repetición: La adenomiosis puede dificultar la implantación del embrión y aumentar el riesgo de aborto espontáneo.

Diagnóstico de la Adenomiosis

El diagnóstico de la adenomiosis puede ser un desafío y, a menudo, se confunde con otras condiciones como los miomas uterinos o la endometriosis. El diagnóstico definitivo tradicionalmente requería el análisis histopatológico de tejido uterino después de una histerectomía, pero los avances en las técnicas de imagen han mejorado significativamente el diagnóstico no invasivo.

  1. Anamnesis y Examen Pélvico:
    • El médico preguntará sobre los síntomas y el historial médico.
    • En el examen pélvico, el útero puede sentirse agrandado, globuloso, blando y doloroso al tacto.
  2. Ecografía Transvaginal:
    • Es la primera línea de investigación. Una ecografía de alta resolución realizada por un ecografista con experiencia en adenomiosis puede mostrar signos sugestivos, como engrosamiento asimétrico del miometrio, quistes o «islas» hiperecoicas dentro del miometrio, o líneas y brotes subendometriales ecogénicos.
  3. Resonancia Magnética (RM) Pélvica:
    • Se considera la herramienta de imagen más precisa para el diagnóstico de la adenomiosis. Permite obtener imágenes detalladas del útero y diferenciar la adenomiosis de los miomas, especialmente en casos complejos. Es muy útil para confirmar el diagnóstico cuando la ecografía no es concluyente y para la planificación quirúrgica.
  4. Histopatología (Diagnóstico Definitivo):
    • Actualmente, el diagnóstico definitivo de la adenomiosis se confirma mediante el examen microscópico del tejido uterino después de una histerectomía.

Tratamiento de la Adenomiosis

El tratamiento de la adenomiosis es individualizado y depende de la gravedad de los síntomas, la edad de la paciente y su deseo de preservar la fertilidad.

I. Tratamientos No Quirúrgicos (Conservadores):

  • Medicamentos Antiinflamatorios:
    • Los AINEs (como ibuprofeno o naproxeno) pueden aliviar el dolor y reducir el sangrado, especialmente si se toman uno o dos días antes del inicio del período.
  • Terapia Hormonal:
    • Anticonceptivos hormonales combinados (píldoras, parches, anillos vaginales): Pueden reducir el sangrado intenso y el dolor al suprimir la menstruación y el crecimiento del tejido endometrial.
    • Progestinas: Pueden disminuir el crecimiento del tejido y reducir el sangrado. Esto incluye las píldoras de progestina, inyecciones o el dispositivo intrauterino (DIU) liberador de levonorgestrel (Mirena), que es muy efectivo para reducir el sangrado y el dolor al liberar hormonas directamente en el útero.
    • Agonistas de la Hormona Liberadora de Gonadotropinas (GnRH): Inducen una «menopausia artificial» al reducir los niveles de estrógeno, lo que encoge el útero y los implantes de adenomiosis. Son muy efectivos para el dolor, pero suelen usarse por períodos cortos debido a los efectos secundarios menopáusicos (sofocos, pérdida ósea).

II. Tratamientos Quirúrgicos:

  • Ablación Endometrial:
    • Es un procedimiento en el que se destruye el revestimiento del útero. Puede reducir el sangrado en casos leves a moderados, pero no resuelve la adenomiosis subyacente en el músculo uterino y no es recomendable para mujeres que desean futuros embarazos.
  • Adenomioectomía (cirugía conservadora del útero):
    • Consiste en la extirpación quirúrgica de los focos de adenomiosis, preservando el útero. Es un procedimiento complejo que se realiza en casos seleccionados, especialmente en mujeres que desean preservar su fertilidad o evitar una histerectomía. Los resultados pueden variar, y hay riesgo de recurrencia.
  • Histerectomía:
    • Es la única cura definitiva para la adenomiosis. Consiste en la extirpación quirúrgica del útero. Se considera para mujeres con síntomas graves que no responden a otros tratamientos y que no desean tener más hijos. No es necesario extirpar los ovarios para controlar la adenomiosis, a menos que haya otras indicaciones.

Adenomiosis y Fertilidad

La adenomiosis puede tener un impacto negativo significativo en la fertilidad y en los resultados del embarazo:

  • Dificultad para concebir: Puede alterar el entorno uterino, dificultando la implantación del embrión.
  • Menor tasa de implantación embrionaria y de embarazo: Estudios han mostrado tasas de embarazo más bajas en mujeres con adenomiosis, incluso con técnicas de reproducción asistida como la FIV.
  • Mayor riesgo de aborto espontáneo: El riesgo de aborto espontáneo es significativamente mayor en mujeres con adenomiosis.
  • Alteraciones uterinas: Puede causar distorsión de la cavidad uterina, alteraciones hormonales y estrés oxidativo que afectan la receptividad endometrial, inflamación crónica y contracciones uterinas anormales que dificultan el transporte de espermatozoides y embriones.

A pesar de estas dificultades, con un buen diagnóstico y un tratamiento personalizado, muchas mujeres con adenomiosis sí logran concebir y llevar a término un embarazo, a menudo con la ayuda de técnicas de reproducción asistida.