El cáncer endometrial es un tipo de cáncer que se origina en el endometrio, el revestimiento interno del útero. Es el cáncer ginecológico más común en países desarrollados y, afortunadamente, suele diagnosticarse en etapas tempranas porque sus síntomas, especialmente el sangrado vaginal anormal, son notorios.
Síntomas del Cáncer Endometrial
El síntoma más común y significativo del cáncer endometrial es el sangrado vaginal anormal. Este síntoma ocurre en la mayoría de los casos y es crucial porque lleva a las mujeres a buscar atención médica, lo que permite un diagnóstico temprano.
Los tipos de sangrado anormal pueden incluir:
- Sangrado después de la menopausia: Cualquier sangrado o manchado vaginal después de la menopausia es el síntoma de alarma más importante y siempre debe ser evaluado por un médico de inmediato.
- Sangrado entre períodos menstruales (metrorragia): En mujeres premenopáusicas.
- Períodos menstruales inusualmente abundantes, largos o frecuentes: También en mujeres premenopáusicas.
- Secreción vaginal anormal (sin sangre): Puede ser un signo, aunque menos común.
Otros síntomas, que suelen aparecer en etapas más avanzadas, pueden incluir:
- Dolor o calambres en la parte baja del abdomen o la pelvis.
- Dolor durante las relaciones sexuales.
- Sensación de masa o bulto en la pelvis.
- Pérdida de peso inexplicable.
Causas y Factores de Riesgo
La causa exacta del cáncer endometrial no se conoce, pero está estrechamente relacionado con el desequilibrio hormonal, específicamente con una exposición excesiva y prolongada a los estrógenos sin la oposición de la progesterona.
Factores que aumentan el riesgo de cáncer endometrial:
- Edad avanzada: Es más común después de la menopausia, con una edad promedio de diagnóstico alrededor de los 63 años.
- Obesidad: El tejido graso produce estrógeno, lo que aumenta los niveles de esta hormona en el cuerpo.
- Terapia de reemplazo hormonal (TRH) con estrógenos solos: Si una mujer posmenopáusica toma estrógeno sin progesterona.
- Hiperplasia endometrial: Especialmente la hiperplasia atípica, que se considera una lesión precancerosa.
- Nuliparidad: Nunca haber tenido un embarazo.
- Inicio temprano de la menstruación (menarquia precoz) o menopausia tardía: Esto significa una mayor exposición al estrógeno a lo largo de la vida.
- Síndrome de Ovario Poliquístico (SOP): Que puede causar anovulación crónica y, por ende, exposición prolongada a estrógenos sin progesterona.
- Diabetes e hipertensión arterial.
- Uso de Tamoxifeno: Un medicamento utilizado para el cáncer de mama que puede actuar como estrógeno en el útero. Aunque aumenta ligeramente el riesgo de cáncer endometrial, los beneficios generalmente superan este riesgo en el tratamiento del cáncer de mama.
- Antecedentes familiares o síndromes genéticos hereditarios: Como el Síndrome de Lynch (cáncer colorrectal hereditario sin poliposis), que aumenta significativamente el riesgo de varios tipos de cáncer, incluido el de endometrio.
- Radioterapia pélvica previa.
Diagnóstico del Cáncer Endometrial en Perú
El diagnóstico temprano es fundamental para un buen pronóstico. El proceso diagnóstico en Perú sigue las pautas internacionales:
- Historia Clínica y Examen Físico: Evaluación de los síntomas, factores de riesgo y un examen pélvico.
- Ecografía Transvaginal: Es la primera herramienta de imagen. Permite medir el grosor del endometrio y detectar irregularidades. Un engrosamiento endometrial, especialmente en mujeres posmenopáusicas, es una señal de alarma.
- Biopsia Endometrial: Es la prueba diagnóstica definitiva. Se toma una muestra de tejido del endometrio para ser analizada por un patólogo.
- Biopsia por aspiración (Pipelle): Se puede realizar en el consultorio de forma ambulatoria. Es un procedimiento rápido y poco invasivo.
- Histeroscopia con biopsia dirigida: Se introduce un histeroscopio (tubo delgado con cámara) en el útero para visualizar directamente el endometrio y tomar biopsias de áreas sospechosas. Este es un método muy preciso.
- Dilatación y Curetaje (D&C): Se dilata el cuello uterino y se raspa el revestimiento uterino para obtener una muestra de tejido. A menudo se realiza bajo anestesia.
- Estudios de Estadificación (si se confirma el cáncer): Una vez que se diagnostica el cáncer, se realizan pruebas para determinar su extensión (estadio), lo cual es crucial para planificar el tratamiento:
- Resonancia Magnética (RM) Pélvica: Muy útil para evaluar la profundidad de la invasión en la pared uterina y la posible diseminación a los ganglios linfáticos pélvicos.
- Tomografía Computarizada (TC) de tórax, abdomen y pelvis: Para buscar metástasis en otras partes del cuerpo.
- Exploración con TEP (Tomografía por Emisión de Positrones): Para detectar áreas de células cancerosas activas en el cuerpo.
- Disección de ganglios linfáticos: Durante la cirugía, se pueden extirpar ganglios linfáticos de la pelvis y alrededor de la aorta para verificar si hay diseminación.
En Perú, el Instituto Nacional de Enfermedades Neoplásicas (INEN) es un centro de referencia para el diagnóstico y tratamiento del cáncer, incluyendo el endometrial. También diversas clínicas privadas y hospitales del MINSA y EsSalud ofrecen estos servicios.
Tratamiento del Cáncer Endometrial en Perú
El tratamiento principal para el cáncer endometrial es la cirugía, que a menudo es curativa, especialmente en etapas tempranas. Las opciones de tratamiento dependen del estadio del cáncer, el tipo histológico (por ejemplo, endometrioide, seroso, de células claras), el grado (qué tan anormales son las células) y la salud general de la paciente.
Las modalidades de tratamiento pueden incluir:
- Cirugía (Histerectomía):
- Es el tratamiento estándar. Consiste en la extirpación del útero (histerectomía total) y, generalmente, de los ovarios y las trompas de Falopio (salpingo-ooforectomía bilateral).
- También se realiza una linfadenectomía pélvica y/o paraaórtica (extirpación de ganglios linfáticos) para evaluar la diseminación.
- La cirugía puede realizarse por laparotomía (cirugía abierta con una incisión abdominal grande) o, cada vez más, por laparoscopia (cirugía mínimamente invasiva con pequeñas incisiones) o robótica, lo que permite una recuperación más rápida.
- En algunos casos de cáncer muy temprano y en mujeres que desean preservar la fertilidad, se pueden considerar tratamientos conservadores del útero, pero esto es excepcional y requiere una evaluación muy rigurosa.
- Radioterapia:
- Se utiliza radiación de alta energía para destruir las células cancerosas o detener su crecimiento.
- Puede administrarse después de la cirugía (adyuvante) para eliminar cualquier célula cancerosa remanente o reducir el riesgo de recurrencia, especialmente en estadios más avanzados o con factores de riesgo.
- Tipos de radioterapia:
- Radioterapia externa: La radiación se dirige al abdomen y la pelvis desde una máquina fuera del cuerpo.
- Braquiterapia vaginal: Se coloca una fuente de radiación dentro de la vagina por un corto período. Es común en estadios tempranos con bajo riesgo de diseminación.
- Quimioterapia:
- Usa medicamentos para destruir las células cancerosas, ya sea por vía oral o intravenosa.
- Se utiliza en cánceres avanzados que se han diseminado más allá del útero o en casos de cáncer de alto grado para reducir el riesgo de recurrencia. Los medicamentos comunes incluyen paclitaxel, carboplatino y doxorrubicina.
- Terapia Hormonal:
- Algunos cánceres endometriales son sensibles a las hormonas. Los medicamentos hormonales (como las progestinas) pueden ser utilizados para detener el crecimiento de las células cancerosas, especialmente en cánceres de bajo grado o en mujeres que no son candidatas para cirugía.
- Terapia Dirigida e Inmunoterapia:
- Son opciones más nuevas que actúan sobre características específicas de las células cancerosas o potencian la respuesta inmunitaria del cuerpo contra el cáncer. Se utilizan en casos seleccionados de cáncer endometrial avanzado o recurrente.
El tratamiento es multidisciplinario, incluyendo ginecólogos oncólogos, radioterapeutas oncólogos, oncólogos médicos y patólogos. El pronóstico del cáncer endometrial, especialmente cuando se diagnostica en estadio I, es muy favorable, con altas tasas de supervivencia a cinco años.