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Quistes de mama

Los quistes de mama son sacos llenos de líquido que se forman dentro de las mamas. Son muy comunes, especialmente en mujeres antes de la menopausia (generalmente menores de 50 años) y en aquellas posmenopáusicas que reciben terapia hormonal. La gran mayoría de los quistes mamarios son benignos (no cancerosos) y no aumentan el riesgo de desarrollar cáncer de mama.

Síntomas de los quistes de mama:

Los quistes pueden aparecer en una o ambas mamas y puede haber más de uno. Los síntomas más comunes incluyen:

  • Un bulto redondo u ovalado, suave y fácil de mover que puede tener bordes suaves. A veces, pueden sentirse firmes.
  • Dolor en la mama o sensibilidad en la zona del nódulo mamario.
  • Aumento en el tamaño del nódulo mamario y sensibilidad en la mama justo antes de la menstruación.
  • Disminución en el tamaño del nódulo mamario y resolución de otros síntomas después de la menstruación.

Es importante familiarizarse con cómo se sienten los senos durante el ciclo menstrual para poder identificar cualquier cambio.

Tipos de quistes de mama:

Se clasifican principalmente según sus características ecográficas:

  • Quistes simples: Contienen solo líquido y son los más comunes. No son motivo de preocupación y no se asocian con un mayor riesgo de cáncer.
  • Quistes complicados: Son similares a los simples, pero tienen ecos internos homogéneos (parecen tener «detritus» o material flotando en el líquido), pero sin componentes sólidos ni flujo vascular. Es muy poco probable que sean cancerosos, pero a veces se les hace un seguimiento.
  • Quistes complejos: Son masas con paredes gruesas, septos (paredes internas) mayores a 0,5 mm, o que presentan componentes quísticos y sólidos, y/o ausencia de realce posterior. Estos son los que requieren una evaluación más exhaustiva, ya que tienen un pequeño riesgo de malignidad y suelen requerir una biopsia.

Diagnóstico de los quistes de mama:

El diagnóstico se realiza mediante una combinación de métodos:

  1. Examen Clínico de Mama: El médico palpa las mamas y los ganglios linfáticos para detectar cualquier anomalía. Sin embargo, solo con el examen físico no se puede determinar si un bulto es un quiste o algo más.
  2. Pruebas de Imagen:
    • Ecografía Mamaria: Es el estudio más importante para diagnosticar un quiste. Permite determinar si una masa es sólida o está llena de líquido. Una zona llena de líquido generalmente indica un quiste mamario.
    • Mamografía: Puede observar quistes grandes y grupos de quistes pequeños, pero puede ser difícil ver microquistes. Se utiliza como complemento, especialmente en mujeres mayores de 40 años o si hay sospecha de otras anomalías.
    • Resonancia Magnética (RM): En casos seleccionados y complejos, puede ser útil para una evaluación más detallada.
  3. Aspiración con Aguja Fina (AAF):
    • Se utiliza una aguja muy fina para extraer líquido del quiste. Este procedimiento puede ser diagnóstico y terapéutico al mismo tiempo, ya que si el quiste desaparece al extraer el líquido, confirma el diagnóstico de quiste simple.
    • Si el líquido es claro y no sanguinolento y el bulto desaparece, no se necesita más análisis.
    • Si el líquido es sanguinolento, el bulto no desaparece o si no se obtiene líquido (lo que sugiere una masa sólida), se envía una muestra del líquido a laboratorio o se pueden requerir pruebas adicionales, como una biopsia.
  4. Biopsia Mamaria: Se realiza en quistes complejos o si hay alguna característica sospechosa en las pruebas de imagen o en el líquido aspirado. Se toma una muestra de tejido para analizarla bajo el microscopio y descartar cáncer.

Tratamiento de los quistes de mama:

La mayoría de los quistes mamarios no requieren tratamiento si son simples, asintomáticos y no causan molestias significativas.

  • Observación: Para quistes simples y asintomáticos, se suele recomendar vigilancia con autoexámenes regulares y controles médicos periódicos.
  • Aspiración con Aguja Fina: Si el quiste es grande, doloroso o palpable, la aspiración del líquido puede aliviar los síntomas. En muchos casos, el quiste desaparece después de la aspiración.
  • Tratamiento Hormonal: En algunos casos de quistes recurrentes o muy sintomáticos, el médico puede sugerir terapias hormonales (como anticonceptivos orales) para regular los ciclos menstruales y reducir la recurrencia de los quistes, aunque esto no es una solución estándar para todos los casos.
  • Cirugía: La extirpación quirúrgica de un quiste es poco frecuente y solo se considera en circunstancias atípicas, como:
    • Si el quiste reaparece repetidamente después de múltiples aspiraciones.
    • Si el líquido aspirado es sanguinolento o tiene características preocupantes.
    • Si el quiste es complejo y una biopsia ha revelado características atípicas o sospechosas.
    • Si hay una masa sólida persistente después de la aspiración.

Relación con el cáncer de mama:

  • Los quistes mamarios simples no aumentan el riesgo de cáncer de mama. Son lesiones benignas.
  • Sin embargo, tener quistes puede dificultar la detección de un nuevo bulto o cambio en la mama, por lo que es importante el seguimiento y familiarizarse con la propia mama.
  • Algunos estudios sugieren que las mujeres con ciertos cambios benignos en la mama (como cambios fibroquísticos proliferativos atípicos) pueden tener un riesgo ligeramente aumentado de cáncer de mama. No obstante, esto es distinto de los quistes simples.
  • Los quistes complejos sí pueden tener un riesgo bajo de contener o desarrollar células malignas, por lo que siempre requieren una evaluación más exhaustiva y, a menudo, una biopsia.

Prevención:

No existe una forma específica de prevenir los quistes de mama, ya que están relacionados con los cambios hormonales normales. Sin embargo, algunas medidas que se han sugerido para ayudar a reducir el riesgo o los síntomas incluyen:

  • Moderar el consumo de cafeína, té negro y chocolate, ya que las metilxantinas presentes en estos alimentos pueden estar asociadas con la formación de quistes en algunas mujeres.
  • Mantener una dieta equilibrada rica en frutas, verduras y fibra, y reducir el consumo de grasas saturadas y carbohidratos refinados.
  • Consumir alimentos ricos en vitaminas A y E, que tienen propiedades antioxidantes.
  • Reducir el consumo de sal para disminuir la retención de líquidos.
  • Usar un sostén de soporte adecuado para reducir las molestias.

Ante cualquier bulto, dolor persistente o cambio en la mama, es fundamental consultar a un médico para una evaluación adecuada y descartar cualquier problema más grave. En Lima, Perú, puedes encontrar ginecólogos y mastólogos especializados en salud mamaria en clínicas y hospitales.